Biografias de Las Leyendas Del Ring
CAVERNARIO GALINDO

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CAVERNARIO GALINDO

El lunes 19 de julio de 1999, pasados siglos, épocas y modos de andar por el camino, llegó a su fin en definitiva la época de las cavernas: murió el último de los seres, vestigio y simulacro mexicano de aquel espacio y tiempo terrenales; Rodolfo Galindo Ramírez, la ira y furia personificadas, para dar paso a la muerte y nacimiento de la leyenda del Cavernario Galindo.

Quizá el luchador más rudo que la lucha libre conoció fue Rodolfo "Cavernario" Galindo; se recuerda cierta ocasión en la que un aficionado arrojó al centro del ring una víbora, el CAVERNARIO la agarró y le dio una tremenda mordida, aventándola minutos mas tardes a los aficionados de ring side. El CAVERNARIO era capaz de provocar admiración y al mismo tiempo odio. El señor de los pantanos de Xochimilco su pequeña jungla alter ego dentro de la ciudad era ya antes de su muerte un mito en el imaginario colectivo: Algunos me preguntan: ¿Pos cuanto tiempo tiene de muerto tu papá? platicaba Rodolfo Galindo hijo, apenas el 27 de mayo de este mismo año, cuando el Centro Cultural Carlos Pellicer de la delegación Xochimilco realizó un homenaje e inauguró una exposición iconográfica con la presencia del Cavernario.

Allí, el famoso Cavernas, realizó un recorrido por tiempos y arenas, volvió a sentir algún abdomen en sus rodillas y alguna frente ensangrentada en sus labios. Rememoró, escoltado por otros Mexican Avengers, luchadores veteranos, sobrevivientes de batallas libradas en nacientes templos donde el ritual de las luchas según algunos cuentan vivía en México una época de oro por su alto nivel técnico, colorido, impacto social, misticismo, producción de llaves y por la increíble revoltura de estilos y escuelas de lucha de diferentes culturas.


El primero de Enero de 1945 subio al cuadrilatero Ruddy Galindo y no paso absolutamente nada. pero poco tiempo despues el mismo hombre reaparece armado con tremebundo mazo y vistiendo al estilo pitecantropus: surgia asi el ¡Cavernario Galindo!

Cavernario suplió, con salvajismo y hematofagia, las hazañas campeoniles de sus contemporáneos, de quienes no se puede decir menos, Blue Demon, Black Shadow, El Santo, Huracán Ramírez, Copetes Guajardo, Karloff Lagarde, Tarzán López. De hecho, en los registros ciberespaciales de la Comisión de Box y Lucha Libre del Distrito Federal, el Cavernario solamente figura una vez como Campeón Nacional Peso Completo (primero de agosto de 1949).
Pero ganar campeonatos y ceñirse cinturones no era la razón de Cavernario; él solo sabía que en el rombo de batalla lo aguardaba su Mr. Hyde, emergido no por ingerir alguna fórmula secreta sino por la seducción de sus muy bizarrras musas y sus promesas púrpuras.
Aquella furia y forma de pelear lo identificaron con el público, que lo erigió en el rudo mayor de todos los tiempos. Toda arena a la que asistía se inundaba con los vapores del morbo y la esperanza desnuda del desahogo, pues es conocido que el Cavernario, vomitando bilis y con la guerra del fuego en su cerebro, no se dejaba insultar ni agredir por el enardecido respetable, así que muchas veces estos grabados de arrabal que firmaría el mismo José Guadalupe Posada, terminaban con el Cavernario Galindo en el bote y algún aficionado con el hocico roto.
La identificación, el cariño y el odio que todo un pueblo sentía ante este sanguinario del ring, lo llevaron a participar de situaciones alucinantes. Es famosa la anécdota en la que la exótica Esmeralda, conocida además de por sus cadenciosos números, por la víbora que tenía por mascota, asistió a las luchas. Las cómplices milenarias subieron al cuadrilátero con aquel salvaje arriba. Ese día, ante un público horrorizado el Cavernario como lo bautizaron los asombrados aficionados de Chicago, despedazó al reptil con manos y dientes.
El mismo imán, cariño y odio popular llevaron a Galindo al naciente cine de lucha libre, subgénero fílmico que, al paso del tiempo, ha mineralizado algunas cintas al grado de transformarlas en piedras preciosas dentro del culto a los enmascarados del cine. Allí, en la pantalla mágica, El ser de los 35 000 años antes de nuestra era, también figuró con su personaje.
La bestia magnífica (1952), es la película que corta el listón inaugural de dicho subgénero en México;1 revolcándose entre la prosperidad, la carestía, lo camp, lo kitsch y lo amorfo, el cine de luchadores tuvo poco más de tres decenios de intensa producción. En La bestia magnífica, tocó ser pioneros a Wolf Rubinskins, Crox Alvarado y Miroslava Stern en los papeles estelares, en la dirección al oficioso Chano Urueta y dando mamporros a Guillermo Hernández Lobo Negro, Fernando Osés2 y a Rodolfo Cavernario Galindo.
Así llegó el Cavernario prototipo de villano, de malo de las películas, actuando solo o junto a otro grande, Ray Mendoza. Mutando en una especie de patiños diabólicos que con disfraces y malabares vencían la mofa; y ya que como escribe Vladimir Jánkélèvitch, no hay nada más serio que el humor, ellos animaban el trabajo evocando la fiesta de la lucha libre, eran la esencia misma del exceso dentro de este exceso que es la fusión de espectáculos.
En busca del equilibrio de energías en el cosmos o por lo menos en el cuadrilátero, Cavernario Galindo dio un poco más que actuación en Los tigres del ring (Chano Urueta, 1957), La última lucha (Julián Soler, 1958), La furia del ring (Tito Davidson, 1961), Asesinos de la lucha libre (Manuel Muñoz, 1961), Santo vs. las mujeres vampiro (Alfonso Corona Blake, 1962), Las luchadoras vs. el médico asesino (René Cardona, 1962), Las lobas del ring (Cardona, 1964) Las bestias del terror (Alfredo B. Crevenna, 1972), entre otras.
Después de muchos costalazos, se retiró de la lucha; no así del cine, y llegó a participar de la hostia luisdealvezca en otro subgénero mexicano: el cine de ficheras.
Ahora su recuerdo regará parte del viñedo mítico de cultura mexicana, sus imágenes en movimiento lo perpetúan en nuestra memoria, mientras su alma, alma de jedi mexicano, llega al fin del camino para descansar y vivir más que nunca.




Sin duda alguna el Cavernario Galindo fue uno de los Mejores Rudos de la Lucha Libre de la Epoca de Oro... ademas el Creador de la efectivisima llave: la Cavernaria.

Descanse en Paz... Rodolfo "Cavernario" Galindo.


Biografia del Mejor rudo de la época de Oro y la Historia de la Lucha Libre